
Si tu carta es digital, archívala o pásala a una carpeta que puedas encontrar cuando sea el momento de leerla. Si la carta no es fácil de detectar en tu vida cotidiana, tendrás que escribir un aviso que te lo recuerde; de lo contrario, puedes olvidarte de la carta cuando finalmente sea el momento de leerla. Elegir una edad te ayudará a definir los objetivos que deseas alcanzar para ese momento de tu vida. Si escribes la carta como estudiante de primer año de una escuela secundaria y la lees cuando estés en la universidad, podrás ver cuánto ha cambiado tu vida y si alcanzaste o no tus objetivos. Piensa en los temores que puedas tener, por ejemplo, hablar en frente de un grupo, mudarte después de la escuela secundaria o no ser aceptado en la universidad que deseas estudiar. Escribe también principios morales que te guíen, por ejemplo, ser siempre bondadoso o ayudar a los necesitados.

Lograr ser consciente de tus valores puede ayudar a moldear tus ideas de quién quieres ser en el futuro. Escribir una carta a tu yo futuro es un ejercicio divertido que te permite reflexionar sobre tu vida actual y establecerte metas para un futuro ideal. Eso te permitirá ver cuánto ha cambiado tu vida desde que escribiste la carta. Sella la carta. No te sientas tentado de leer la carta antes de que sea el momento. Dedica un poco de tiempo para hacer una lluvia de ideas antes de sentarte a escribir la carta y después ponla en un lugar que le permita encontrarla más adelante a tu futuro yo. Bríndate consejos. Piensa en qué consejo quieres darle a tu futuro yo. Considera los problemas que afrontas actualmente para ayudarte a pensar en consejos que le puedes dar a tu futuro yo. Busca y utiliza un programa, página web o aplicación que te permita enviar correos electrónicos o mensajes de texto a tu futuro yo.
También debes pensar en lo que esperas lograr en el futuro como, por ejemplo, viajar a Europa, publicar un artículo en una revista o tocar con tu banda en un concierto. Elige una edad. Antes de hacer algo, decide cuántos años deseas que tu futuro yo tenga cuando lea esta carta. En la carta utiliza “yo” cuando hables sobre tu yo actual y, a su vez, utiliza “tú” cuando hables sobre tu futuro yo. Pon esos objetivos en tu carta para ver si los alcanzaste en el futuro. Así en el futuro podrás ver si superaste esos problemas. Además, pensar en tales temores en la actualidad te puede ayudar a percatarte de que tal vez no sean problemas tan serios después de todo. Pensar en lo que eres bueno en la actualidad puede ayudarte a decidir qué quieres lograr más adelante en la vida. Tu carta debe empezar con un rápido recordatorio de quién eres en la actualidad. Sé informal. Recuerda que escribirás esta carta para ti mismo, por lo tanto, no sientas que debes asumir un tono formal.

Elige algunas habilidades o destrezas que puedas identificar con claridad en tu vida actual, por ejemplo, ganar un torneo de tenis, liderar la banda de música u organizar las funciones escolares. Piensa en mencionar tus logros recientes (por ejemplo, una calificación alta en un examen importante) e intereses actuales, incluyendo algunas actividades extracurriculares. Escribe sobre cosas que sean importantes para ti en la actualidad, por ejemplo, jugar fútbol en el equipo universitario o ingresar a una buena universidad. Agrega cosas que deseas dejar de hacer, así como las que quieres seguir y empezar. Incluye información sobre tu iglesia (si perteneces a una) o valores como aceptar la fe de todos o la carencia de ella. Si pudieras cambiar una cosa sobre tu vida, ¿ Séllala en un sobre o ponle una cinta y ciérrala. Haz un resumen sobre tu yo actual. Si tienes un diario, considera escribir ahí directamente la carta y marcar la página o escribirla por separado y ponerla entre las páginas de tu diario.